Las dos diferentes caras de la luna
Pareciera que nuestro satélite tiene todo bajo control, aunque para ser sinceros, está un poco desequilibrado.
La nave Clementine de la NASA obtuvo imágenes de la parte más cercana y más lejana de la luna utilizando la misma cámara y filtro. La diferencia entre los dos hemisferios es impresionante. Créditos: NASA
Siempre apunta hacia nosotros el mismo lado de la luna. Esto quiere decir que nunca tenemos la oportunidad de ver el otro lado a menos que una nave espacial nos lleve hacia allá. Aunque, si pudiéramos observarla en el cielo nocturno, sería un mundo totalmente distinto. Comparada con la cara de la luna a la que estamos acostumbrados —la parte más cercana— la cual tiene cráteres profundos conocidos como mares, el lado más lejano tiene pocos cráteres grandes. En su lugar, está cubierta por una serie de cráteres pequeños los cuales le dan una apariencia de pelota de golf.
¿Por qué hay dos lados
distintos?
Se logró el descubrimiento por medio de los datos de la nave espacial Laboratorio Interior y de Recuperación de Gravedad (GRAIL, por sus siglas en inglés), una misión de la NASA que consiste de dos naves en órbita distintas ubicadas un poco alejados la una del otra. Las naves espaciales, las cuales eran idénticas, utilizaron su distancia para trazar un mapa de la gravedad de la luna. Trazar un mapa de la gravedad es, de hecho, una buena forma para medir la estructura interna de un objeto ya que cuando la gravedad es ligeramente distinta, indica algún tipo de anormalidad en una estructura interna homogénea. Por lo tanto, podríamos saber dónde, por ejemplo, ocurrió una antigua colisión al medir las diferencias en la estructura debajo de la superficie.
Las fuerzas de marea las catalizadoras de estas diferencias estructurales. Sí, las mismas que impulsan nuestros océanos. «Cosas similares pasan en la luna, excepto que no hay océanos, pero la superficie de hecho sufre una deformación de marea», comenta Ryan S. Park, un científico planetario de NASA-JPL y autor principal del artículo. Park dice que existe mayor deformación de marea en la parte más cercana que en la más lejana.
A medida que la luna orbita la Tierra, esta deformación de marea se mantiene, distorsionando la forma general de la luna. Estos esfuerzos de marea, a su vez, pueden provocar más lunamotos en la parte más cercana (donde las temperaturas también parecen ser mayores).
¿Que hizo que esto ocurriera?
Nicholas Schmerr, un geólogo de la Universidad de Maryland ubicada en College Park, dice que podría requerir mayor trabajo comparar las altas asimetrías del equipo que en los modelos anteriores en contraste con los datos de archivo. «Dicho esto, el incremento del módulo de cizalladura de 2 a 3 por ciento de la parte más cercana versus la más lejana de la luna es un hallazgo intrigante o incluso completamente inesperado», destaca Schmerr. «Conocemos desde la era de Apolo que parecen existir diferencias fundamentales entre el lado más cercano y el más lejano de la luna y que han existido diversos modelos que postulan que una profunda diferencia establecida en el interior podría ser la fuente. Esta parece ser otra prueba importante y previamente no reconocida de aquello». También expresó que mientras las diferencias de temperaturas internas podrían explicar esta asimetría, también podría tratarse de una combinación de la temperatura junto a una mezcla de otras fuerzas para crear este efecto.
Además de posiblemente descifrar el misterio de las extrañas diferencias entre los hemisferios lunares, los métodos utilizados en la investigación también se podrían aplicar en otras áreas del sistema solar de interiores potencialmente de interés tales como Marte, la luna de Saturno, Encélado, o el satélite de Júpiter, Ganímedes. Debido a las potenciales condiciones habitables del pasado o presente de aquellos mundos, podría proporcionar pistas de como las estructuras internas de las fuerzas de marea moldean posiblemente las condiciones bióticas.
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