CRISPR DIY – biohackeo de genes desde casa
CRISPR (repeticiones palindrómicas cortas
agrupadas y espaciadas regularmente, por sus siglas en inglés) es una
herramienta para hackear bacterias |
¿Has
pensado alguna vez en mejorarte a ti mismo, genéticamente hablando? Durante el
último tiempo, la compañía CRISPR has estado vendiendo CRISPR DIY (hacer por
cuenta propia, por sus siglas en inglés), es decir, kit de terapia genética
disponible para su compra en internet. Esto quiere decir, que se podría biohackear
y atacar genes cuando se quisiese, prácticamente en cualquier momento y lugar,
incluso desde la comodidad del hogar.
CRISPR –
un logro científico
No
se consideró a CRISPR como un logro científico en el año 2015[1] por
nada. Anteriormente, escribí un blog sobre cómo los mosquitos podrían ser
eliminados mediante la deriva genética CRISPR-Cas9. Tracé cómo, al parecer,
CRISPR podría ser útil como nuestro «último recurso» contra uno de los animales
más letales de la Tierra: el mosquito.
Todos
sabemos que estos minúsculos mosquitos representan una gran amenaza para la
vida de muchos. Son letales no solo porque pueden
directamente matarnos, sino también porque son portadores de patógenos de
enfermedades importantes en términos médicos, tales como la malaria,
la fiebre dengue, la enfermedad del Zika, la filariasis
linfática, la fiebre amarilla, la tularemia, el Chikunguña
y muchas otras diversas formas de encefalitis.
Además, recientemente, investigadores identificaron a los mosquitos como los
transportadores del virus Keystone y el patógeno de la fiebre del
Valle del Rift.
En
efecto, investigadores de todo el mundo han buscado constantemente una forma de
mitigar la oleada de infecciones de estos mortales chupadores de sangre. Solo
el año pasado, los científicos del Imperial College London lograron un medio
para destruir mosquitos por medio del biohackeo de su ADN utilizando tecnología
CRIPSR. Al utilizar el gen CRISPR-Cas9, los científicos suprimieron una
población de mosquitos Anopheles Gambiae (el portador de la malaria
humana) que se tenía cautiva.
En
resumen, modificaron el gen responsable de determinar el sexo en los mosquitos
macho y convirtieron al gen macho como el dominante. Luego, añadieron a estos
mosquitos «hackeados» a la población en cautiverio de mosquitos macho y hembra.
Esto dio como resultado que las generaciones siguientes de hembras ya no
pudieran colocar huevos ni picar. Más tarde, en la octava generación, la
población ya no tenía hembras[2].
La
manera CRISPR
CRISPR
(repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y espaciadas regularmente, por sus
siglas en inglés) es una herramienta de hackeo con bacterias. Por lo tanto,
podríamos decir que estas bacterias son los biohackers originales. Estas
utilizan una herramienta para protegerse de una reinvasión de bacteriófagos, de
manera similar a la inmunidad adaptativa de nuestro sistema inmune. La
herramienta de hackeo genético con bacterias utiliza la enzima Cas9 y gARN.
Mientras que gARN captura el ADN objetivo, Cas9 lo corta y desactiva.
Actualmente, los científicos aprovechan esto como una forma de cortar y
empalmar ADN objetivos específicos y luego se reemplaza con ADN que podría
contener el efecto deseado. Por ejemplo, CRISPR puede corregir anomalías
fisiológicas de animales causadas por mutaciones genéticas o genes defectuosos.[3]
Los
primeros ensayos clínicos
Debido
al potencial de tratar miles de trastornos genéticos, actualmente, CRISPR ha
estado dando pasos agigantados para convertirse en un tratamiento válido que
pueda ser recetado por médicos. En 2016, la FDA de EE.UU aprobó el estudio de
ensayos clínicos en los cuales la
tecnología CRISPR fue utilizada para tratar a pacientes con cáncer.[4]
Al parecer, CRISPR puede desactivar un gen en las células inmunes o hackear sus
genes para estimularlas para que combatan el cáncer. Por ende, tiene
potencial para curar ciertos tipos de cánceres.
Además,
CRISPR, supuestamente, puede tratar a personas con ceguera hereditaria.
Básicamente, investigadores lo estudiaron cuando se inyectó en los ojos de
pacientes con la intención de cortar y sacar la mutación. De tener éxito,
podría ser utilizado para tratar una amplia variedad de trastornos genéticos
tales como la distrofia muscular de Duchenne, la fibrosis quística, etc.[5]
Según
la bioeticista, Laurie Zoloth de la Universidad de Chicago Divinity School, se
permite que se realice CRISPR en ensayos clínicos para estas condiciones
genéticas porque se cree que no causa cambios de ADN que puedan ser
hereditables. Sin embargo, de todas maneras, se garantizan medidas preventivas.[5]
Biohackeo
CRISPR DIY
Además
del potencial médico, CRIPSR tiene muchas otras aplicaciones. Los científicos
le ponen atención al potencial de producir cultivos más resistentes, producir
biocombustible, revivir especies extintas, crear nuevas especies, etc. El hecho
de que los seres vivos estén básicamente hechos de genes provoca que el uso de
CRISPR esté limitado solamente por la imaginación de uno mismo. Existe incluso
una preocupación sobre su utilización como un medio para algún propósito
éticamente refutado. Esto es, crear nuevas especies diseñadas para ser armas
biológicas propuestas como un tratamiento que podrían ser compradas en línea.
Podría ser una exageración. Sin embargo, la posibilidad existe.
Como
se mencionó anteriormente, la amplitud de su alcance es tanto como uno pueda
imaginar, especialmente ahora que se pueden obtener fácilmente kits de
laboratorio CRISPR, es decir, se puede simplemente pedir uno en línea por un
poco menos de 150 dólares.[6] Viene con instrucciones. Así, de manera
instantánea, uno puede convertirse en un biohacker capaz de hacer
reingeniería de ADN en casa, con el beneficio adicional de hacerlo lejos de los
ojos entrometidos de alguien.
Sin
lugar a dudas, CRISPR es un logro y se sitúa como la cura medica más
prometedora del milenio. Podría ser la respuesta directa que necesitamos para
resolver muchos de los problemas genéticos. Sin embargo, no debemos
apresurarnos. Se debe tomar con la mayor importancia posible para asegurarnos
de que no se ignore ningún problema ético ni cuestionamientos sobre sus
posibles peligros.
— Escrito por Maria Gonzaga
Comentarios
Publicar un comentario